Odontopediatría

  • ¿Porqué los niños deben ir a un Odontopediatra y no a un dentista normal?
    Porque el hecho de mezclarse con adultos puede producirles miedos que dificulten más tarde el tratamiento.
  • ¿Merece la pena salvar las muelas de leche?
    Si, porque una muela de leche con caries puede infectar a la permanente que va a sustituirla. Las muelas definitivas para salir se guían por las raíces de las de leche pudiendo, si se quitan estas, salir en una posición anormal. Las caries es una infección que un niño no puede tener hasta que se le caigan las muelas de leche. Se pueden producir dolores y flemones, y aún más, extenderse la infección a otras partes del organismo como el estómago, el corazón, etc. Las funciones como la fonación, masticación y la deglución se alteran si faltan las muelas de leche.
  • ¿Deben entonces empastarse las muelas de leche?
    No sólo deben empastarse sino que cuando esto ya no es posible hay que realizar otros tratamientos más complejos que son específicos para niños.
  • ¿No se puede prevenir esto?
    Si, tratamientos a base de flúor, protección con selladores de fisuras, enseñanza de un cepillado correcto y otras técnicas preventivas forman parte del trabajo diario de un odontopediatra.
  • ¿A qué edad debería ir un niño al odontopediatra?
    A los dos años de edad las muelas de leche están totalmente desarrolladas, este es un buen momento para empezar los tratamientos preventivos. Si el niño tiene una urgencia antes (como romperse un diente) debe empezar en ese momento.
  • ¿Con qué frecuencia debe visitar el niño el dentista?
    Cada 6 meses. Así, se podrán hacer revisiones de forma que si hay nuevas caries, sean pequeñas y se podrá planear un tratamiento preventivo serio con flúor y selladores de fisuras.
  • ¿El odontopediatra sólo arregla muelas de leche?
    No. A partir de los 6 años empiezan a erupcionar los dientes permanentes. Cuando hayan erupcionado y se haya realizado un tratamiento preventivo (normalmente a los 14-16 años) el niño debe pasar a un profesional general.
  • ¿Y los dientes mal colocados?
    En este caso, habrá que realizar un tratamiento de ortodoncia que también es casi específico de los niños.
  • ¿Si llevo a mi hijo, debo hacer algo especial para que no tenga miedo?
    Si. No exprese sus miedos personales delante de un niño. El mayor miedo que puede tener es haberle oído a usted quejarse de una mala experiencia odontológica. Nunca use ir al dentista como amenaza o castigo. En la mente del niño se asocia castigo con dolor y cosas desagradables. Si usted muestra valor en el dentista, su hijo lo mostrará en el odontopediatra. No intente vencer el miedo de su hijo con burlas, eso crea resentimiento. Razónele que no le va a pasar nada. Nunca le hable de inyecciones, pinchazos, tornos, ni palabras que puedan asustarle. El odontopediatra usa otro vocabulario (agua dormilona, picadura de mosquito) que calma al niño. Es posible que el niño no se de cuenta de que se le ha puesto anestesia.